La ventaja fundamental que tiene "cazar" fotogramas,
radica en que para disparar tu cámara,
has de estar allí y disfrutar el momento,
pero cuando te vas, todo queda igual que estaba...
Desde siempre me fascinó el mundo natural que tenía a mi alrededor. Cuando aún era muy pequeño para darme cuenta de sus posibilidades, el maestro Felix, como a tantos otros niños , me abrió los ojos y me alistó para siempre, en esta "religión". Después el destino, me fue poniendo en el camino gente que tenía mis mismas inquietudes, y poco a poco fuí fundiendo en una, mis dos aficiones: naturaleza y fotografía. Desde entonces he tenido la suerte de poder disfrutar de esos momentos mágicos que a veces la naturaleza te pone delante y desde entonces, los he tratado de capturar con mi cámara.
Empecé siendo autodidacta, disparando, probando, leyendo... después, cuando tuve la absoluta certeza de que no tenía ni idea, me decidí a hacer algunos cursos de fotografía analógica. Claro, no había otra, en aquellos años, lo único que tenía algo que ver con el termino "digital" eran aquellos primeros relojes Casio. Lo cierto es que en esos tiempos, cuando revelar un carrete te costaba el dinero; se aprendía más despacio, pero se aprendía mejor.
Como ya he dicho, siempre me gustó la naturaleza, así que hacía ella es donde ha derivado mi trabajo. Algunas de mis fotografías han servido para ilustar revistas, periodicos, libros, campañas de publicidad, calendarios e incluso algún que otro cartel informativo de esos que estan repartidos por la campiña andaluza.
No obstante, me gusta la fotografía en todos sus vertientes y me gusta explorar nuevas temáticas y practicar nuevas técnicas, para seguir aprendiendo.